El pasado 31 de Enero del 2016, más de 500 jóvenes venidos de nuestra parroquia de Caloocan, de distintos centros de apostolado del Seminario, de diferentes escuelas de Lipá y de la misma Malasia se reunieron en el Colegio De La Salle Lipá para nuestra IV Jornada de los Jóvenes, bajo el lema “Bienaventurados los misericordiosos porque obtendrán misericordia”.

La Jornada de la Juventud es organizada anualmente por nuestro Instituto con el objetivo de dar a los jóvenes la gracia de pasar un día en familia, dentro de clima religioso, de recibir una buena formación cultural y espiritual y de experimentar un día de sana recreación.

El día se dividió en dos. Por la mañana la Sra. Alyana Dalisay dio la plenaria principal, en la cual compartió la historia de su vida familiar. Seguidamente, tres talleres simultáneos se llevaron a cabo: el P. Santiago Vidal, IVE, habló sobre la vocación, el Sr. y la Sra. Calimon hablaron sobre el matrimonio y el Prof. Guillermo Gómez Rivera presentó la auténtica historia de Filipinas. En los recreos hubo momento de deportes y recreación, de los cuales los jóvenes participaron con mucho entusiasmo.

Durante el almuerzo el fogón estuvo animado por tradicionales bailes y canciones filipinas. Luego del Divague, se proyectó un video de nuestras misiones alrededor del mundo. Por la tarde se llevó a cabo una muy larga procesión en honor de la Virgen de Luján. Caminando alrededor del espacioso campo de deportes del Colegio De La Salle Lipá, rezamos el Santo Rosario mientras hubo sacerdotes disponibles para escuchar confesiones. Después tuvimos la Adoración Eucarística donde se leyó un Diálogo Eucarístico, renovando así nuestro amor y devoción a Cristo, verdaderamente presente en la Eucaristía.

La Misa de acción de gracias fue celebrada por el P. Luis Zapata, IVE. En la homilía el P. Zapata exhortó a los jóvenes a ser misericordiosos en cada momento de sus vidas, ya que el Señor había sido misericordioso con ellos. Lo cual significa vivir la Fe Católica.

Agradecemos a Dios todos los beneficios que nos ha dado en esta Jornada y aquellos frutos que cosecharemos en el futuro. Agradecemos especialmente la gracia de haber tenido numerosas confesiones que hubieron de terminarse incluso hasta después de la Misa.

Encomendamos el trabajo a Nuestra Señora de Luján, para que así como protege nuestra pequeña Familia Religiosa, así también proteja y guíe a todos los jóvenes y a sus familias que han sido confiados a nosotros.

En Cristo y María,

Jasper A. Santos